El pez más viejo del río
de tanta sabiduría
como amontonó, vivía
brillantemente sobrio
y el agua le sonreía.
Tan sombrío llegó a estar
-el agua no le divierte-
que después de meditar
tomó el camino del mar,
es decir el de la muerte.
de tanta sabiduría
como amontonó, vivía
brillantemente sobrio
y el agua le sonreía.
Tan sombrío llegó a estar
-el agua no le divierte-
que después de meditar
tomó el camino del mar,
es decir el de la muerte.
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